domingo, 17 de junio de 2012

¡Ay amigo! El sol está escondido y el asfalto mojado


El sol está escondido
entre muros y cristales,
el fuego nocturno
se ha apagado esta noche.
Se ha apagado, no lo siento,
será cosa del hombre,
imagino.
Me lo imagino, amigo,
será cosa del hombre,
sólo él lo haría.

La esperanza acompañaba
a los rayos del astro.
Aquél  escondido
también ésta se ha
perdido.
Confianza en el hombre
no la tengas.

El asfalto mojado
huele a derrota
y la derrota acecha
hasta al más manso.
Hasta al más manso está
amenazado
por el peligro
más arriesgado.

El frío vuelve a mi cama,
será sólo esta noche.
Aún no estoy del todo sólo,
tengo las luces.
Las luces de la noche,
que aunque no las quiera,
me acompañan
hasta mi cama.
Mi cama sola
sin tu piel
que tanto abriga.

El sol está escondido
y está amaneciendo.
El fuego nocturno
no se ha encendido.
No se ha encendido, amigo,
no se ha encendido.
Será cosa del hombre,
que todo lo puede.

Apagaré el cigarro,
no veré el camino.
Encenderé la mecha
del desesperado.
No veré el camino, amigo,
no lo veré,
tampoco importa,
perdí mi estrella.
Perdí mi estrella, amigo,
en el ocaso
de los dioses perdidos.
Perdí mi estrella
de la mañana,
la sangre corría
y yo quietecito.

Pego un grito al aire,
se perdió su eco,
no encuentra oídos,
no halla consuelo.
Será que ando perdido
sin sol ni estrella
y el fuego nocturno
apagado esta noche.
Será el hombre, amigo,
será el hombre,
maldita sea su gracia
se lamenta matando.

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